Un adiós.

Un adiós te suele matar en vida. Se van los sueños, se van los sentimientos que se niegan a ir, se van los recuerdos que viven día con día en cualquier objeto o suceso que te lleve a ellos, se va... Se van pedazos de mi alma, pedazos que vivieron casi una vida en el corazón, o al menos así lo sentí yo. "Hay que apagar lo que quema por dentro" me dijo Don José Luis ' El abuelo.' personaje de la colonia que todos los días espera a su mujer por 20 años y no a llegado por que no recuerda que ya falleció, pero sigue esperando. Mirar tus ojos, mirarte cerca de mi, sentir tus manos... Son sólo sueños que hoy me queman el corazón. No recuerdo que moriste pero sigo esperando. Nuevas ilusiones llegan, pero nada es igual. 

No me llenan los sueños, en la bebida de dolores me la quise tomar de un trago, y causo mis desvelos, causo mis faltas de apetito, no tengo ganas de caminar, me tire en el suelo y deje caer todo mi peso en la debilidad de mi corazón que se quedo con todas las promesas rotas, con tanto dolor que el alma agoniza los gritos desesperados en llanto de un corazón desilusionado.

Déjalo que se vaya, quita esa mirada al infinito como cuando a un niño se le va su globo y se suelta a llorar. Se me fue, se fueron aquellos días que sonreía por vivir enamorado.