miércoles, 27 de abril de 2011

El viento pegando en mi cara mientras manubrio siguiendo un pequeño camino estrecho de muchos colores. Mi bicicleta de madera, con una pequeña campanilla anunciando mi llegada. El camino es muy firme pareciera romper mis llantas de madera, prefiero ir en arena... Era una arena blanca y el sol inmenso, un mar azul tan claro como el cielo sin nubes. Todo era silencio total y una paz inmensa, sólo me escuchaba circular en arena, por el sonido de mis llantas en cada vuelta. 
A lo lejos veo una nube, pareciera neblina y no quise frenar seguí pedaleando hasta entrar... Todo era gris pero el sol pegaba en ella haciéndola blanca no veía nada más que una espesa masa gris brillante por el sol que con esfuerzos me dejaba respirar, a mi al rededor se escuchaban voces, voces agudas y grabes todas femeninas ellas, por momentos creí era el canto de sirenas. En mi desesperación pedalee más rápido para salir de ahí parecía no tenia fin, y al no ver nada mi ansiedad aumentaba y a los pocos minutos pequeñas luces cayendo del cielo, círculos pequeños brillantes como esferas diminutas que caían sobre el suelo iluminando mi camino; ya no era arena ahora era tierra, la neblina desapareció ahora sólo era de noche, con una luna grande y millones de estrellas árboles secos ya sin hojas y grietas en la tierra a lo lejos, grandísimas montañas oscuras. La madera de mis llantas parecía ya no aguantar el camino y en una distracción caí a un abismo profundo. Más profundo que la tristeza misma, caía, caía y caía... Una mano sostuvo mi cuerpo evitando más mi caída me agarre a ella con todas mis fuerzas y logre mirar su rostro, era ella con una gran sonrisa que inspiraba confianza. " No te dejaré salir del abismo" me dijo. Por momento no entendí sólo me sujete para no caer. La caída era la salida, y el miedo me detenía aferrándome a memorias. Me sostuvo en sus manos, su fuerza no paraba, y sin más al fondo veía más personas burlándose de mí, señalándome y riendo hasta enseñar las muelas de juicio. Ella no paraba de sonreír con ellos y yo pedía me soltara y a la vez me daba miedo que lo hiciera, no quería pero la humillación me desanimaba. Me solté ... Caí y sigo cayendo no sé hasta donde pueda llegar ¿Cuando llegará el final?.








- El corazón es mudo, tan mudo como un mimo. No dice nada, ninguna palabra. Pero lo que expresa lo sabe expresar sin tantas palabras.




Son dos los que comandan el barco hasta sentir llegar al infinito. Somos dos los que sentimos el cielo sin alas. Somos dos los que luchamos ante las espadas que cortaron el lazo queriendo separarnos. Somos dos los que en amor nos escoltamos, en amor vivimos y en amor soñamos. Somos dos los que sabemos valorar nuestros esfuerzos en cada lucha. Esos dos que no se cansan y que luchan, que viven para estar juntos y mueren por lo mismo. Que las mentiras se ahoguen en el inmenso mar si tú me demuestras lo contrario no hay por que dudar.. Toma mi mano y vayámonos lejos; donde nadie nos conozca, donde podamos sonreír por vernos cada día a los ojos. Que mi alimento sean tus besos para así esforzarme y no pensar en imposibles, que mi cura sea tu cuerpo, que la poesía endulce tus sueños y así cumplirlos cada uno de ellos, que sigamos sin parar hasta llegar al mar y fabricar un barco de papel, uno que se refuerce de nuestros hechos por cumplir cada palabra escrita en el. Que las olas nos intenten voltear, que el viento nos quiera apagar, que las mareas nos hundan y volver a respirar. No hay fuerza externa que nos pueda, sólo interna que nos alimenta.

0 Limón&Sal♥:

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